El Centro Europeo para el Control de Enfermedades avisó el 17 de enero del riesgo del coronavirus
El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades, organismo de la UE, ya advirtió el pasado 17 de enero en uno de sus informes del riesgo que entrañaba la expansión del coronavirus.
Así lo ha asegurado este lunes Andrea Ammon, directora de este Centro, tras ser preguntada por la expansión del coronavirus por la portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat, y también por otros eurodiputados de diferentes nacionalidades, durante una reunión telemática de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Publica y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo.
La directora del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, siglas en inglés) ha explicado que la gravedad del virus ya fue detectada en diciembre del año pasado en las evaluaciones periódicas que hace este organismo respecto a enfermedades y que fue incluida en un informe de evaluación de riesgo fechado el 17 de enero.
Dolors Montserrat ha señalado que “la información ofrecida por la señora Ammon confirma que, lamentablemente, el Gobierno español ignoró las advertencias que le llegaban de la UE respecto a la gravedad de la amenaza que planteaba el coronavirus”.
“Pese a esta advertencia, y las de otros organismos, el gobierno de Sanchez tardó dos meses en tomar medidas, en parte por su incompetencia y en parte por poner la ideología antes que la salud de los españoles, lo que por desgracia nos hizo perder un tiempo precioso para minimizar la expansión del virus y prepararnos para minimizar sus efectos”, ha añadido Dolors Montserrat.
Ammon ha insistido en que existen fundamentalmente seis medidas que deberían aplicar los gobiernos, en particular la supervisión estricta para controlar los indicadores de infección por coronavirus y aumentar la capacidad de realizar test tempranos para facilitar la vuelta al trabajo, a la actividad económica y a la desescalada general.
Ammon también ha señalado, como medidas a aplicar, el establecimiento de un marco adecuado para el monitoreo y la trazabilidad de infectados y de las capacidades sanitarias y cuidados intensivos; garantizar una capacidad sanitaria adecuada en caso de nuevo brote; realizar una evaluación de las diferentes respuestas para identificar las mejores prácticas; y desarrollar una estrategia de comunicación adecuada para la población sobre el riesgo que sigue existiendo con dos mensajes: esta situación no es un sprint sino un maratón, ya que el riesgo no acabará pronto y la población tiene que prepararse mentalmente; y segundo, no hay que bajar la guardia, todos las comunidades y países tienen que seguir involucradas y motivadas en las medidas de prevención y contención.